El grado de satisfacción de unas instalaciones difiere en función del usuario. Se dice que la variabilidad es tan alta en función del individuo, que unas instalaciones se consideran que están bien ejecutadas cuando el porcentaje de insatisfechos ronda el 20% a 30% Podríamos llegar a la conclusión de que esta ratio era una horquilla confortable para abordar un proyecto donde hay más de 50 usuarios y en el que el sistema de acondicionamiento e instalaciones era un peso importante en el encargo. Repensar la manera de trabajar donde los puestos de trabajo no son nominativos sino rotacionales, donde el teletrabajo es una nueva variable, sin olvidar conceptos como: confort acústico, iluminación natural, ergonomía, control de flujos… Todas estas piezas de puzzle estaban ensambladas y listas para estrenar. Podríamos decir que casi conteníamos el aliento para analizar el porcentaje asignado a nuestro trabajo. Ahora sonreímos al pensar que, por ahora, no se ha superado el 1% de insatisfechos. Todo un logro fruto de un trabajo conjunto entre cliente, técnicos y contrata.